lunes, 7 de febrero de 2011

“La publicidad de los sentimientos: Cinco palabras que definen nuestro spot y reflejan el alma de nuestras empresas”

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El slogan, ese corto mensaje que define nuestra campaña publicitaria con unas pocas palabras, puede llegar a representar todo lo que esta detrás de nuestro proyecto de venta y nuestra idea de producto. Pero mucho ha tenido que avanzar la publicidad desde que se colgó el primer cartel de “Se Vende”. El hombre ha intentado transmitir de la manera mas precisa y coherente a los demás, su idea de producto, intentando persuadir a las personas, influyendo en sus hábitos de consumo, atravesando diversas etapas. Pero a pesar de ello conserva un concepto tan concreto y elemental como el slogan, que aun sigue siendo valido para resaltar todos aquellos atributos que le hacen “deseable” mas que otros, a ojos del consumidor. Puede el slogan ayudar a influir sobre nuestras decisiones de compra ya que podemos identificarnos no solo por el producto, sino también por el conjunto que este represente. A partir de allí la creatividad es incentivada por el afán de influir sobre el pensamiento humano, a lo sumo, en temas de mercado.

Nuestros productos satisfacen necesidades humanas traspasando barreras, entre lo real y lo abstracto, entre lo material y la razón. El comportamiento subjetivo puede entenderse a través del subconsciente  y se explica por ejemplo en el placer que genera estar a la moda, respondiendo consciente e inconscientemente a estándares sociales. Por ello el concepto de publicidad ha evolucionado atravesando varios niveles, hacia un nivel interpersonal. Pero podemos entonces simplemente envasar sentimientos como agregado a nuestros productos? Por supuesto que si, con el aumento de la tecnología las necesidades humanas cambian, y con ello algunos factores que inciden directamente sobre la calidad de vida y el estado de animo de las personas. Estos cambios se notan en mayor o menor grado dependiendo el nivel social y con ello la dificultad de satisfacción, dependiendo de la relación coste – ingreso de las personas, aunque es posible satisfacer necesidades tanto en productos con un elevado valor de mercado como poco. Una persona podría resistirse a consumir, pero la publicidad estaría allí también para hacerle ver que puede ser mas feliz adquiriendo ese producto que le puede hacer la vida mas cómoda, incluso con cosas simples. A partir de la necesidad que tiene el hombre de generar, transmitir y compartir sentimientos como el amor, la  superioridad, la valentía, la pasión, y otras cosas como compartir o la ilusión.

Slogan publicitario usado
 por Apple Computer en 1997

Queda claro que existe esa relación que entre empresa – producto y necesidades humanas - pensamiento, así que el éxito depende del beneficio para el conjunto, ya que nuestra campaña publicitaria deberá mostrar beneficios como cualquier otra, en términos de costes –beneficios (empresa) por una parte y cotes – satisfacción  por otra (cliente). Por supuesto que existe un componente economico pero también ético, así que involucrar sentimientos exige que estemos seguros de lo que estamos ofreciendo y una coherencia que involucre todo nuestro proyecto en el mensaje, exige también seguramente sacrificios rentables, pero también ofrece resultados a largo plazo, sobretodo en términos de fidelización. Es correcto involucrar sentimientos en la campaña siempre que exista coherencia entre empresa, producto y cliente, y una clara relación con la calidad en el servicio y/o producto. Por esto nuestro spot puede llegar a reflejar nuestra filosofía de empresa y nuestro papel dentro de la sociedad, nuestra labor social, es decir, siendo participe de causa y efecto en las necesidades humanas. En otras palabras, podemos envasar ilusión, felicidad, placer y brindar satisfacción en nuestros productos y para hacerlo sin riesgo al fracaso necesitamos centrarnos en combinar coherentemente todos estos elementos. Algo que no solo el líder del mercado puede aprovechar, aunque generalmente sea quien lleve la iniciativa.

Slogan usado por Coca Cola
en su campaña de 1970
Algunas empresas están apostando por focalizar su estrategia de mercado, a partir de las necesidades humanas y su papel dentro de la sociedad, interpersonalizando sus productos con el objetivo principal de transmitir esa coherencia que existe entre sus medios productivos, su proyecto de ventas y su labor social, haciendo sentir a sus clientes como personas y explotando los mejores atributos de su producto, por esto cuando salen al mercado con su slogan, están seguros, que ese corto mensaje convencerá de mejor manera a sus clientes para mantenerse fieles, gracias a la “publicidad de los sentimientos”.

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